Renovar el aspecto de la casa con poco presupuesto es posible, siempre y cuando tengamos claro que es lo que tenemos que cambiar.
Tarde o temprano, las habitaciones de una casa con el tiempo terminan quedando obsoletas y desfasadas. Los gustos y necesidades pueden cambiar, pero siempre podemos dar uso a los muebles antiguos restaurándolos y aportándoles una nueva vida sin gastar demasiado.
Para revitalizar y renovar el interior de una casa, lo importante es evolucionar hacia un nuevo estado de ánimo, a las nuevas necesidades y pasiones, es una obra que a menudo debe ser confiada a un experto que sabrá cómo complacer a sus clientes sin perder tiempo y dinero.
Cuando se trata del diseño de interiores para fines residenciales, nos referimos a un mundo mucho más amplio que incluye el diseño desde cero, la articulación de la arquitectura interior de una casa con o sin el estudio de muebles, o incluso la reforma de los ambientes ya existentes.
Si vas a reformar la casa reorganizando uno o más entornos, como pueden ser el baño o la cocina porque ya no son muy funcionales o simplemente deseas añadir más espacio para la habitación del bebé que esta en camino, entonces necesitas un proyecto de un diseñador-decorador de interiores.
A veces se necesita muy poco para cambiar el aspecto de una habitación: pintar de otro color distinto las paredes, añadir algún mueble más funcional, etc…
Uno de los primeros pasos es crear un boceto en un papel donde vamos a incluir que estilo queremos plasmar y la paleta de colores que nos guiará en todo el proyecto. Posteriormente, procederemos con la disposición de los muebles, la elección de los revestimientos, suelos, tejidos y así sucesivamente. Es fácil, solo tenemos que ponernos manos a la obra.
El objetivo principal de un proyecto de re-diseño es comenzar desde el suministro ya existente sin necesidad de comprar muebles, etc… o si los muebles que tenemos ya no nos sirven podemos restaurarlos o venderlos y comprar unos nuevos.
Renovar la sala de estar.
Una de las habitaciones que se alteran más a menudo, es la sala de estar o salón. Un área multifacética, que incluye muchas características, a menudo es la sala más grande de la casa y la más versátil.
Por supuesto la estrella de esta habitación es el sofá, que se puede vestir con un nuevo tejido, eligiendo un color diferente y más adecuado al nuevo estilo.
Al mismo tiempo, tenemos que pensar en la armonía del salón, la elección de unos tonos o los matices de las paredes, lo normal es que el sofá destaque en contraste.
Muy a menudo, y sobre todo cuando el pavimento del salón es diferente al resto de habitaciones (no es muy habitual, pero se puede dar el caso), podemos solucionar este problema instalando parquet o azulejos de gres que se pegan al suelo ya existente.
Esto funciona muy bien y no requiere de una gran obra, además nos aportará más amplitud (visual) y nos proporcionará un sentido de orden.
Reemplazar o repintar los marcos de las puertas, crear una pared dominante con un revestimiento o una pintura característica, distribuir el mobiliario de una manera lógica, jugar con los colores más adecuados, son operaciones que ayudan a crear un espacio armonioso en el que relajarse.
Consejos para renovar un salón clásico a uno moderno.
Por lo general los salones de estilo clásico poseen muebles de madera oscura, roble teñido de color castaño y cerezo rojizo, suelos de mármol o terracota junto con una estructura del área de la televisión muy regular y simétrica. Y esto es normal en este tipo de estilos.
Las puertas de los muebles tienen paneles internos en relieve o en arte pobre. Las asas están a menudo en hierro forjado o con varillas con extremos lineales u ondulados. Las composiciones clásicas tienen unos muebles de gran alta altura que, a menudo llegan hasta el techo.
Las paredes de un salón clásico suelen estar pintados en colores suaves o neutros, no suelen haber paredes que destaquen debido a que los muebles son los que destacan.
Para renovar ese estilo clásico primero debemos asumir que nos sugiere el estilo moderno: composiciones asimétricas, muebles modulares, líneas limpias y modernas, en definitiva el estilo minimalista donde el menos es más.
Las líneas modernas son limpias y las maderas son claras (roble, fresno, haya) o madera lacada en color claro. Es muy habitual y siempre que entre en el presupuesto instalar puertas donde el cristal es la parte predominante ya que nos aligera la estructura.
En cuanto a los colores, deberíamos optar por los colores blancos, grises claros o pastel, en concordancia con los tejidos de los sofás y cortinas.
Alternativamente, se pueden buscar composiciones de líneas bajas, sin ninguna forma, pero preferiblemente en líneas verticales.
Los materiales más utilizados son el Wenge, metal, vidrio, lacados claros, lacados oscuros de color brillante, o incluso en mate. Como alternativa barata, podemos optar por incluir el uso de plásticos transparentes o de color, tales como sillas y mesas.
Las paredes son de colores blancos o muy coloridos, pudiendo elegir entre todas las tonalidades para ser emparejadas con los muebles y otros materiales.
En resumen.
Los pasos para renovar el aspecto del hogar son los siguientes.
- Seleccionar el nuevo estilo que le queremos dar a la casa.
- Consultar a un experto que sea capaz de ayudarnos para no caer en errores que nos hagan perder tiempo y dinero.
- Si puede ser, realizar un diseño en 3D (boceto) para ver el efecto final.
- Seleccione una paleta de colores que describan todas las variantes del tono elegido y sobre todo que combinen bien entre sí.
- Pensar en el mobiliario reutilizable. ¿Qué vamos a hacer con ellos? ¿Encajan bien en el nuevo estilo? ¿Son fáciles de restaurar?.
- El orden y la limpieza son fundamentales. No debemos acumular objetos que no se ajustan al nuevo estilo sólo porque no sabemos que hacer con ellos. Lo mejor es venderlos o cambiarlos por otros que sí se nos ajustan.
- Obtener un plano de la planta y organizar el mobiliario de una manera funcional, respetando las medidas mínimas con lógica y maximizando el aprovechamiento de la luz natural.
- Renovación de las telas de cortinas y alfombras.
- Y por último, remangarse las mangas y empezar a trabajar siguiendo un patrón previsto con anterioridad.
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