¿No sabes cómo arreglar una habitación pequeña de 10 m2 o menos? Siguiendo algunos consejos prácticos y de sentido común, es posible aprovechar al máximo el espacio y seguir disfrutando de una habitación agradable y confortable. La elección de los muebles, los colores, pero también los materiales, el uso del espacio y las paredes, la luz y otros accesorios decorativos: nada debe dejarse al azar. Para decorar la habitación de tus sueños a pesar de su reducido tamaño, sigue estas 7 reglas de oro, tan sencillas como eficaces.
Regla 1: Elegir el mobiliario adecuado.
La elección de los muebles es esencial para el éxito de un dormitorio pequeño. Queda descartado apostar, por ejemplo, por una cama de 160 o 180 cm de ancho si el tamaño de la habitación no es el adecuado.
Lo mismo ocurre con las mesillas de noche, que deben corresponder al volumen total de la habitación. Los muebles demasiado grandes le impedirán moverse con facilidad por la habitación. Además, parecen desproporcionadas con respecto al tamaño de la sala. Así que piensa en esto cuando vayas a comprar los muebles y elige los que no ocupen demasiado espacio en el suelo. Por ejemplo, elige mesitas de noche colgantes o camas con almacenamiento incorporado.
Regla nº 2: Utilizar colores claros y relajantes en la pared.
Para las paredes de una habitación pequeña, opta por colores claros. Los tonos pálidos harán que la habitación parezca más grande, mientras que un color más oscuro hará que la habitación parezca más pequeña y menos aireada.
Por supuesto, se recomiendan las paredes blancas, pero no dudes en utilizar tonos pastel, que son perfectos para un dormitorio pequeño por su suavidad y efecto relajante. Si desea utilizar un color denso o brillante, es posible: pinte sólo una parte de la pared y respete la regla de los colores claros en las otras 3.
Regla nº 3: Optar por una decoración mínima.
En una habitación pequeña, lo más es enemigo de lo bueno. No se trata de sobrecargar los muebles y las paredes con todo tipo de cachivaches: no hay nada mejor para crear una impresión de desorden. Por el contrario, hay que optar por una decoración sobria y despejada. Un bonito cuadro, dos lámparas de cabecera, uno o dos accesorios a juego, unos cojines y ya está. No sobrecargues la habitación.
En cuanto a las cortinas, la misma idea: es preferible las cortinas a las cortinas pesadas y utilice materiales ligeros.
Regla nº 4: Multiplicar las estanterías para ahorrar espacio en el suelo.
Las estanterías y otros estantes tienen una doble ventaja: proporcionan espacio de almacenamiento al tiempo que evitan el desorden en el suelo. Cuando se tiene un dormitorio pequeño, sí que es mejor utilizar las paredes para dar ligereza a la distribución. Lo ideal es elegir estanterías con una estructura ligera. Otro truco para aprovechar bien las paredes es pensar en ganchos de ropa para colocar algunas prendas sin ocupar espacio en el suelo.
Regla nº 5: Haz que la habitación pequeña sea más grande con la luz.
Una habitación bien iluminada es una habitación que parece más grande. Por lo tanto, para una habitación pequeña, es importante tener una buena cantidad de luz para equilibrar la habitación. Así que asegúrate de elegir las lámparas adecuadas, especialmente si no tienes suficiente luz natural.
Lo ideal suele ser elegir dos lámparas de cabecera idénticas, que se colocan a ambos lados de la cama, y aún mejor elegir apliques de pared y una lámpara de techo. Evite que la lámpara halógena se dirija al techo. En contra de la creencia popular, comprime la habitación y reduce la sensación de espacio.
Regla nº 6: Optimiza todos los rincones de tu pequeña habitación.
Para optimizar el espacio de tu habitación, no dudes en utilizar las esquinas de la misma y subir hasta el techo con estanterías. Hay que optimizar todos los rincones, procurando que la habitación no resulte pesada. Un rincón también puede ser una oportunidad para instalar un pequeño sillón que dé un ambiente cálido a la habitación. ¿O por qué no un bonito tocador de esquina para prepararse por la mañana?
Regla 7: Respetar el espíritu tranquilizador del lugar.
Respetar el espíritu del lugar significa que una habitación es una habitación y que debe reservarse para su función: la del descanso.
En resumen, evita en lo posible colocar un escritorio en esta habitación, sobre todo si no tienes espacio o cargas la habitación con imponentes armarios. Ganarás en comodidad y en superficie. Si no puedes instalar su despacho en una habitación independiente por falta de espacio, es preferible el salón, que suele ser más grande que el dormitorio y que se corresponde mejor con el espíritu del despacho que un dormitorio.
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