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Ahorra en Calefacción con las Calderas de Condensación

calderas gas condensacion
En un momento en el que los precios de la energía suben y las cuestiones medioambientales adquieren mayor importancia, es importante encontrar formas de reducir el consumo energético. La caldera de gas de condensación es una buena forma de hacerlo y tiene muchas ventajas. Este tipo de calefacción de gas no sólo le permitirá reducir su factura energética, sino que su instalación es sencilla y su coste puede reducirse gracias a las numerosas subvenciones disponibles.

Caldera de gas de condensación: eficiencia y ahorro óptimos

Índice

En los últimos diez años, las calderas de condensación, ya sean de gas o de gasóleo, han tenido mucho éxito en varios países europeos. Este mercado está creciendo en España, y este tipo de calefacción de gas debería convertirse rápidamente en un estándar. Además de que las calderas de gas de condensación consumen menos energía y ahorran dinero, son menos contaminantes que las calderas convencionales.

La caldera de gas de condensación es la caldera de gas natural más eficiente. Puede conectarse a todos los sistemas de calefacción por agua caliente, siempre que se compruebe el tipo de instalación y el sistema de evacuación de humos existente. El gas puede suministrarse a través de una conexión a la red comunitaria o mediante un depósito. Esta solución puede adaptarse a la gran mayoría de los edificios existentes. Su eficiencia puede llegar hasta el 110%, es decir, produce más energía de la que consume y permiten ahorrar entre un 15 y un 20% de gas natural. Este ahorro puede llegar a ser del 30% en comparación con una caldera de unos quince años.

Funcionamiento de una caldera de condensación de gas

El principio de funcionamiento de la caldera de gas de condensación ofrece muchas ventajas a los usuarios. Es fácil de usar, consume menos combustible que una caldera estándar y suele tener un rendimiento superior al 100%.

El funcionamiento de una caldera de gas de condensación se basa en el mismo principio que el de una caldera tradicional y, además, permite aprovechar toda la energía producida durante la combustión del gas. En una caldera tradicional, el circuito de agua de la calefacción central se calienta mediante la combustión de gas natural.

La caldera de condensación aprovecha la energía contenida en los humos de la combustión. Los humos emitidos durante la combustión del gas natural contienen vapor de agua. Este vapor se condensa, liberando calor. El agua de retorno del circuito de calefacción se calienta con esta energía. El agua liberada durante la condensación (condensado) se vierte en el sistema de aguas residuales.

Estas calderas pueden conectarse a todos los sistemas de calefacción de agua caliente, ya sean de suelo o de pared. Para una casa con sótano o garaje, la caldera montada en el suelo es la opción ideal. La caldera mural es especialmente compacta y tiene la ventaja de liberar espacio en el suelo. La caldera de condensación de gas puede estar equipada con un depósito de agua caliente y, por lo general, se alimenta de la red de gas, aunque también puede hacerlo de un depósito.

La caldera de columna se coloca sobre el depósito, no es voluminosa y es más bien estética. Por último, las calderas de última generación tienen un funcionamiento discreto, comparable al ruido de un lavavajillas de última generación, lo que permite instalarlas en zonas habitadas.

¿Cómo optimizar la eficiencia de su caldera de gas de condensación?

El funcionamiento de una caldera de gas de condensación es más económico que el de una caldera convencional. Consume entre un 15 y un 20% menos de combustible que las calderas estándar.

Para optimizar esta eficacia, hay que asegurarse de que el material del conducto de humos sea resistente a la acidez de los condensados evacuados. También debe evitarse su conexión a radiadores de alta temperatura, a menos que sean lo suficientemente grandes como para funcionar en modo de calor suave.

El rendimiento se mejora con un sistema de calefacción a baja temperatura. Lo ideal es que los radiadores y/o los sistemas de calefacción por suelo radiante sean de calor suave, es decir, con temperaturas del agua de entre 45 y 55 °C. Cuanto menor sea la temperatura del agua de retorno, mayor será el rendimiento de su caldera de condensación de gas.

Hasta un 110% de eficiencia

Una caldera de gas de condensación conectada a un sistema de calefacción de baja temperatura puede alcanzar un rendimiento de hasta el 110%, es decir, devuelve más energía de la que consume. Esto reduce automáticamente sus facturas de energía. Este rendimiento se debe al máximo aprovechamiento de toda la energía contenida en la combustión del gas natural mediante la condensación.

Otra ventaja es que produce gases de combustión a temperaturas más bajas que los sistemas tradicionales (unos 50 °C en lugar de 200 °C), lo que reduce los efectos contaminantes.

Cómo elegir la caldera de gas de condensación

Antes de instalar este tipo de equipos, es importante definir exactamente cuáles son sus necesidades. El rendimiento, el consumo y la potencia de la caldera son algunos de los criterios que hay que tener en cuenta. Existen varios tipos de calderas de gas más o menos adaptados a las características de la casa en cuestión. El espacio disponible para instalar la caldera, el espacio que se va a calentar, así como si se va a producir o no agua caliente, son criterios de selección esenciales.

Existe una amplia gama de calderas de condensación de gas. Antes de elegir un modelo, debes conocer la potencia en KWatts de la caldera de condensación a gas. Para ello, es imprescindible recurrir a un profesional cualificado y puede ponerse en contacto con uno de nuestros instaladores asociados utilizando nuestro formulario de solicitud de presupuesto.

El instalador utiliza varios criterios para calcular la potencia de su caldera de gas de condensación, entre ellos

  • El volumen de la casa, en m3
  • El índice de temperatura exterior
  • El coeficiente de pérdida de calor
  • El coeficiente de consumo de energía
  • La temperatura media deseada en la casa

¿Caldera de servicio simple o doble?

Si sólo quieres calentar tu casa, la elección de tu caldera de gas de condensación no es la misma que si también quieres tener agua caliente sanitaria. En el primer caso, basta con una sola caldera de servicio. En el segundo caso, debes optar por una caldera de doble servicio con depósito de agua caliente. Se puede integrar directamente en la caldera, reduciendo así el espacio que ocupa la instalación. Como alternativa, el depósito de agua caliente puede ser un acumulador de agua caliente. En el caso de las calderas de doble servicio, existen tres sistemas:

  • Caldera instantánea: el sistema permite producir agua caliente en el momento de su utilización
  • Acumulación: permite almacenar agua caliente en un depósito
  • Microacumulación: se almacenan algunos litros de agua caliente. Su ventaja es que no activa el quemador de la caldera y, por tanto, consume muy poco

¿Qué tipo de caldera de gas de condensación debo elegir?

El espacio disponible en su casa es un factor clave a la hora de elegir una caldera de condensación de gas. El aspecto estético del aparato también puede ser un criterio de elección, al igual que su precio.

Por lo general, las personas con un lavadero o un sótano optan por una caldera de pie. Si tienes menos espacio, una caldera mural o de pie es una solución adecuada. En cuanto al depósito de agua caliente, si no está integrado en la instalación, también hay diferentes modelos y tamaños. La elección depende de la cantidad de agua caliente que necesites.